Muchos escritores prefiguraron la blogósfera. Algunos, como Cortázar (Último Round, La vuelta al día..., Los autonautas...), construyeron un intimismo pensado y escrito para publicación (Galeano es un experto en el área). Otros fueron fieles a un intimismo que estimo más sincero. Es el caso de Caillabet en su libro Un pañuelo rojo en la memoria.
Más textos que páginas. Y cada tanto una página en blanco que indica: apuntes del lector. Caillabet hace bien: su libro, escrito en un estilo coloquial, consta de reflexiones –como es natural, algunas más logradas que otras– e invita a la reflexión.
Otra de las perlitas encontradas en Tristán Narvaja. Caillabet obtuvo una mención en el concurso de la Banda Oriental por su novela Verano, que ha tenido buenas críticas. No la he conseguido aún. En relación a esa y a su anterior novela (Otro mundo) he leído varios comentarios sugiriendo que los temas planteados quedan inconclusos. Me intriga.
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